El Arcano XIX, El Sol, nos muestra a dos jóvenes semidesnudos bajo un sol radiante, en el cénit, que nos mira directamente a los ojos y que ofrece su luz y calor sin hacer distinciones, recordándonos que el sol sale para todos, alumbra a justos y pecadores. Esta irradiación de vida convierte al sol en un arquetipo de amor incondicional, arquetipo asociado en muchas culturas al Padre universal.